MEDITACION SO HAM





Esta técnica se basa en dirigir la atención hacia uno mismo y repetir con nuestra voz interior So Ham.
Que es llamado “el mantra que no se recita” porque no es una frase que debemos pronunciar, sino más el sonido que nuestro cuerpo produce naturalmente al respirar.
Cuando inhalamos aire, producimos un sonido “sah” y cuando exhalamos producimos un sonido “ha”, a la que se le agrega en forma automática un “m”.

Este mantra posee un significado poderoso y enigmático significa literalmente YO SOY ESO.
El eso al que nos referimos es la energía que ingresa y sale de nuestro cuepro mientras respiramos. Repetir So Ham es igual a reafirmar que somos parte del la Energía Cósmica que dio origen al Universo, que no estamos alejados de la Llama Divina sino que la Divinidad está dentro de nosotros también.

La fuerza de las afirmaciones es destacada en nuestra época y asegura que repetir en voz alta una frase es una forma de convencernos, porque expresar verbalmente un sentimiento dispara un proceso químico en el cerebro que produce la emoción que estamos verbalizando. 

No debemos repetir So ham en forma mecánica sino realmente sintiendo cada sílaba, las palabras tienen un poder que va más allá del significado (que es captado por la mente racional) su sonoridad resuena en nuestra mente intuitiva se relaciona con nuestras emociones y sentimientos y al repetirse en forma regular puede llevarnos a un estado parecido a un trance que nos ayuda a adentrarnos en las profundidades del Ser, siendo parte de nuestro inconsciente colectivo.

El proceso de esta meditación es sencillo, primero decimos con nuestra voz interior, el vocablo “So” cuando inhalamos y “ham” cuando exhalamos. Es decir nos volvemos conscientes del sonido que la respiración produce naturalmente.

El espacio entre los dos vocablos que va aumentando conforme se intensifica más el estado meditativo, es el espacio de la conciencia verdadera. Este espacio silencioso crece y por lo tanto crece nuestra conexión con la Energía Cósmica.

Las personas respiramos un promedio de 22000 veces por día, si pudiéramos alcanzar un estado de conciencia en tan sólo un pequeño porcentaje de estas respiraciones la claridad mental que alcanzaríamos sería suficiente para modificar significativamente nuestro estilo de vida, el estrés sencillamente desaparecería.

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