La gota de agua



La sabiduría oriental sabe mucho del agua. Viene observándola desde hace siglos y en todas sus facetas: su nacimiento, su carrera y comportamiento ante los obstáculos, la forma en cómo se vuelve putrefacta si se estanca, cómo desaparece y se filtra en la montaña para reaparecer más adelante enriquecida con los minerales que ahora arrastra. Se ha venerado el agua por su característica de fluir en armonía con el resto de elementos.

"La gota constante perfora la piedra"
“La gota constante llena cualquier jarra”

Estas frases nos hablan sobre la constancia. Los cambios sutiles que por lo general no notamos, sin embargo, están ocurriendo. Nos hablan de constancia, paciencia y fe.
Constancia, para lograr cualquier meta, para lograr hacerte maestro de cualquier arte se necesita constancia, práctica y perseverancia. Vivimos en un universo de procesos, nada pasa de la noche a la mañana.
Paciencia, toda semilla que se siembra en la tierra toma su tiempo para crecer y convertirse en un árbol. Paciencia es respetar el proceso que elegiste y avanzar diariamente por el camino.
Fe, debes saber internamente que tu práctica te está llevando hasta dónde quieres, debes saber que aunque solo veas un paso delante de ti y el resto del camino esté oscuro, tú por medio de tu práctica estás creando ese camino. Por ende, tienes que saber qué quieres y para saber a dónde ir.

“Si quieres tomar té, necesitas hojas de té, agua hirviendo y una taza”
Las hojas de té son las técnicas, el agua hirviendo es la práctica y la taza es la voluntad.

Comentarios

Entradas populares