Reduce los Estrógenos
Algunos alimentos tienen la capacidad de modular las hormonas y otros ayudan al hígado a eliminar las que sobran.
1. EQUILIBRA LAS HORMONAS
La aromatasa es una de las enzimas responsables en la biosíntesis de los estrógenos. Su modulación es básica para regular el funcionamiento hormonal. Estos alimentos nos ayudarán en la tarea, pero no olvidemos vigilar su calidad ecológica.
Avena. Sus lignanos inhiben la enzima, protegen frente a estrógenos fuertes y se acompañan de hierro.
Granada. Su ácido elágico se transforma en urolitinas, moduladoras de la enzima.
Cítricos. Su potente acción moduladora se debe a los flavonoides.
Coles. Contienen indol, que modula el metabolismo de los estrógenos.
Uva. El resveratrol, su gran antioxidante, es un inhibidor de la aromatasa.
Cebollas y ajos. Son abundantes en quercetina, un gran inhibidor natural también de la aromatasa.
Bayas. Poseen inhibidores de esta enzima y ayudan a eliminar estrógeno.
Aceite de oliva. Potencia el efecto positivo de otros inhibidores de la enzimáticos.
Semillas. Sus fitoesteroles regulan el colesterol, materia prima de los estrógenos.
2. REFUERZA EL HÍGADO
Es el gran depurador del organismo. Si se le ayuda, elimina mejor los estrógenos que nos sobran.
No lo sobrecargues y evita o modera el consumo de café, tabaco, aditivos o conservantes.
Elige alimentos ecológicos para evitar sustancias que saturan el hígado y alteran las hormonas. También evitarás los efectos de pesticidas, aditivos y hormonas utilizadas en la industria animal y presentes sobre todo en carnes y lácteos.
Haz pequeños ayunos. Existen diferentes tipos de ayuno, como limitar la ingesta de alimentos un tiempo, o bien no comer durante unos días o desde la tarde hasta el desayuno. Este tipo de ayunos libera al hígado y ayuda a eliminar grasa corporal.
Come lo que te ayuda. Una dieta vegetal rica en ensaladas, zumos y batidos es la mejor medicina para el hígado. Toma licuados vegetales unos 20 minutos antes del desayuno.
3. CUIDA TU FLORA INTESTINAL
Nuestra alimentación debe aportar bacterias buenas para el intestino. Una flora intestinal sana y una correcta digestión contribuyen a nuestra salud hormonal.
La fibra protege. Los fructooligosacáridos (FOS) y la inulina son fibras presentes en muchas frutas y vegetales. Actúan como prebióticos alimentando la flora beneficiosa del intestino grueso, en especial las bacterias Bifidum. Los FOS ayudan a evitar colonizaciones por cándidas y potencian la inmunidad y equilibrio hormonal.
Más glucarato. La glucuronidasa, una proteína generada por ciertas bacterias cuando la flora está desequilibrada, impide eliminar estrógenos a través de la bilis, que pasan de nuevo a la sangre. Podemos neutralizarla con alimentos ricos en glucarato como la cebolla, el ajo, la manzana, las coles y la lechuga.
Come fermentados. El miso, la chucrut, el vinagre de sidra, la kombucha y otros fermentado son probióticos, es decir, ricos en bacterias vivas. Estas bacterias, en especial los L. acidophilus y B. bifidum, también neutralizan la glucuronidasa, lo que las convierte en bacterias antiestrogénicas.
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